¿Qué es la disquecia del lactante?

La disquecia en lactantes es un trastorno muy común en los recién nacidos relacionado con la inmadurez de su cuerpo. Suele confundirse con estreñimiento, ya que en ambos casos el bebé presenta un problema a la hora de expulsar las heces. En este artículo te explicamos qué es la disquecia del lactante, las diferencias qué tiene con el estreñimiento y que puedes hacer para aliviar el malestar de tu hijo.

¿Por qué se produce la disquecia del lactante?

La disquecia del lactante es una condición común y transitoria en la cual los bebés lactantes, usualmente menores de seis meses, muestran signos de esfuerzo, como llorar o ponerse rojos, durante varios minutos antes de defecar, incluso cuando la evacuación es suave. En algunos casos, el bebé puede llegar a no expulsar nada debido a la fuerza con la que intenta defecar, que hace que se cierre el ano en vez de abrirlo para expulsar las heces. 

Esta condición puede ser alarmante para los padres, pero es importante entender que es un proceso normal en el desarrollo del control intestinal del bebé por la inmadurez de su aparato digestivo y que desaparecerá solo sin necesidad de tratamiento.

Los bebés con disquecia aún están aprendiendo a coordinar la relajación del suelo pélvico con el aumento de la presión abdominal necesaria para defecar. A diferencia de los adultos y niños mayores, los bebés no tienen el control voluntario sobre estos músculos, lo que puede resultar en un esfuerzo visible y considerable antes de una evacuación intestinal.

Diferencias entre la disquecia del lactante y el estreñimiento

Muchos padres confunden la disquecia del lactante con estreñimiento y es crucial conocer las diferencias, ya que tienen tratamientos diferentes. 

La principal diferencia radica en la naturaleza de las heces: en la disquecia, las heces son blandas, mientras que el estreñimiento se caracteriza por heces duras, secas y, a menudo, difíciles de expulsar. Además, el estreñimiento puede acompañarse de una frecuencia reducida de deposiciones y, posiblemente, dolor al defecar debido a la dureza de las heces. En cambio, la disquecia es simplemente el resultado de una inmadurez temporal en la función intestinal y no indica un problema subyacente con la consistencia de las heces o la salud intestinal. Ante la duda, es recomendable acudir al pediatra para que pueda ofrecer una valoración clínica. 

Consejos a tener en cuenta para aliviar el malestar del bebé

Existen algunos consejos para aliviar el malestar del bebé derivado de este trastorno:
Paciencia y comprensión: Entender que la disquecia es una etapa temporal y no una condición peligrosa puede proporcionar tranquilidad.

1. Posiciones para aliviar la presión: Algunas posiciones pueden ayudar a tu bebé a sentirse más cómodo durante estos episodios. Sostener las piernas del bebé en una posición elevada o "bicicleta" suavemente puede facilitar el proceso.

2. Masaje abdominal: Un masaje suave en el abdomen del bebé en el sentido de las agujas del reloj puede ayudar a estimular el movimiento intestinal y aliviar el malestar.

3. Baños cálidos: Un baño tibio puede relajar los músculos de tu bebé, incluidos aquellos involucrados en la defecación.
4. Consultar con un pediatra: Siempre es aconsejable hablar con tu pediatra si tienes preocupaciones sobre la salud digestiva de tu bebé. Ellos pueden ofrecer guía y asegurarte si lo que experimenta tu bebé es normal o requiere atención adicional.

Aunque la disquecia del lactante puede resultar angustiosa para los padres, es un trastorno natural en el desarrollo del bebé que no supone una amenaza para su salud y que desaparecerá en los primeros meses de vida. Sin embargo, en caso de duda o sospecha de síntomas más serios, es recomendable acudir al pediatra para una valoración clínica.

ES-NP-2400022

Fecha de revisión: 11/03/2024