Cómo evitar los trastornos digestivos en niños en verano

Con el verano llegan las esperadas vacaciones y, con ellas, un aumento en las actividades fuera del hogar que inevitablemente modifica nuestros hábitos alimenticios, así como nuestros horarios y rutinas habituales. Aunque es completamente normal relajar un poco las normas durante esta temporada, es esencial mantener una vigilancia sobre nuestra dieta, particularmente en el caso de los niños. Escoger y preparar los alimentos correctamente no solo ayuda a prevenir malestares estomacales y otros problemas digestivos, sino que también es crucial para evitar intoxicaciones alimentarias, que pueden resultar de una inadecuada conservación o preparación de los alimentos.

¿Cuáles son los trastornos digestivos más frecuentes en verano?

Durante el verano, los niños son susceptibles a varios trastornos digestivos que pueden variar en severidad y causas. Aquí detallamos los más comunes:

Gastroenteritis vírica

Es causada principalmente por virus como el rotavirus y el norovirus. Estos virus son altamente contagiosos y suelen propagarse en lugares concurridos como piscinas o campamentos. Los síntomas típicos incluyen diarrea, náuseas, vómitos, dolor abdominal. La prevención efectiva requiere medidas higiénicas estrictas, especialmente lavarse las manos con frecuencia y evitar el agua contaminada.

Intoxicaciones alimentarias

El calor del verano facilita la proliferación de bacterias en los alimentos. Las intoxicaciones suelen ser causadas por bacterias como Salmonella, Escherichia coli (E. coli) y Campylobacter. Estas bacterias pueden producir toxinas que irritan el revestimiento del estómago e intestinos, causando síntomas como diarrea severa, vómitos y dolor abdominal. Salmonella es común en carnes crudas y huevos, E. coli en carne mal cocida y verduras contaminadas, y Campylobacter en leche sin pasteurizar y aves crudas.

Acidez y reflujo

La acidez y el reflujo gastroesofágico pueden aumentar en verano debido a dietas más ricas en grasas y comidas copiosas típicas de barbacoas y comidas al aire libre. Los síntomas incluyen ardor estomacal y dolor en el pecho. Evitar comidas pesadas y picantes y no acostarse inmediatamente después de comer puede ayudar a mitigar estos síntomas.

Estreñimiento

El cambio en la rutina habitual y la deshidratación, especialmente si los niños no beben suficientes líquidos durante el día, pueden llevar al estreñimiento. Incrementar la ingesta de fibra y asegurar una adecuada hidratación son medidas preventivas clave.

Gases e hinchazón

Estos pueden ser más frecuentes debido a la ingestión de ciertos alimentos en picnics y barbacoas que son difíciles de digerir o que fermentan en el intestino, como las legumbres y algunos vegetales crudos. Evitar bebidas carbonatadas y comer lentamente puede ayudar a reducir la cantidad de aire que se ingiere y, por ende, la formación de gases.

Estos problemas digestivos pueden ser manejables con precauciones adecuadas en la dieta y hábitos de vida, manteniendo a los niños cómodos y saludables durante los meses de verano.

Consejos para evitar intoxicaciones alimentarias en verano

Durante el verano, las temperaturas más elevadas y el aumento de actividades al aire libre pueden incrementar el riesgo de intoxicaciones alimentarias. Aquí te ofrecemos varios consejos prácticos para mantener seguros a los niños de estos riesgos:

• Mantener los alimentos refrigerados: es crucial la buena conservación de los alimentos para no dañar la flora intestinal de los pequeños y evitar cualquier tipo de malestar digestivo que pueda afectar a su salud. Mantener los alimentos perecederos en frío hasta el momento de consumirlos. Utiliza neveras portátiles para transportar y almacenar alimentos como carnes, lácteos y ensaladas que pueden descomponerse rápidamente en el calor.

• Cocinar bien los alimentos: asegúrate de cocinar las carnes a las temperaturas adecuadas para matar bacterias potencialmente dañinas. Las carnes rojas y de ave deben cocinarse completamente, sin partes rosadas en el centro.

• Lavar bien frutas y verduras: incluso las frutas y verduras que se pelan deben lavarse para eliminar cualquier bacteria presente en la superficie antes de cortarlas y consumirlas.

• Evitar la contaminación cruzada: utiliza utensilios y superficies diferentes para alimentos crudos y cocinados para evitar la contaminación cruzada. Esto es especialmente importante al preparar alimentos en barbacoas y picnics donde el espacio puede ser limitado.

• Lavado de manos: enséñales a los niños la importancia del lavado de manos antes de comer y después de ir al baño, especialmente cuando están fuera de casa. Llevar gel desinfectante puede ser una práctica opción cuando no haya acceso a agua y jabón.

• Consumir alimentos preparados recientemente: evita consumir alimentos que hayan estado fuera de la refrigeración por más de dos horas, y solo una hora si la temperatura ambiente es superior a 32°C. Los microorganismos pueden proliferar rápidamente a temperaturas altas, incrementando el riesgo de intoxicación alimentaria.

• El uso de probióticos en la gastroenteritis aguda: los probióticos son microorganismos vivos presentes en ciertos alimentos naturales fermentados o complementos alimenticios, que se añaden a nuestra flora intestinal para mantener su equilibrio y mejorarla.

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Fecha de revisión: 09/05/2024